sábado, 12 de enero de 2008

¿ES UNA PESADILLA?

A veces no me gusto demasiado. Algunas veces como hoy, después de unos días especialmente duros por cualquier motivo, con cansancio y los dolores habituales en días con mucha humedad, posiblemente después de aceptar que la realidad continua siendo, no la que soñabas y deseabas, sino la que es, descubro en mí cosas que no me gustan, sentimientos que no quiero tener, especialmente uno totalmente absurdo y que hace que ahora, por ejemplo, cuando son las 5 h 30" de la mañana, esté completamente desvelada, cansada, dolorida, pero despierta.
Y es entonces, en estos momentos en los que lo peor de mí, que no aflora habitualmente porque no se lo permito, cuando consigo comprender muchas de las cosas que suceden a lo largo y ancho del mundo.
Es en momentos así cuando descubro que, en el fondo, quizá no sea tan distinta de cualquiera de esas personas que son capaces de blandir un arma y usarla sin otro motivo que dañar y sin provocación alguna, o de esas otras que se atan una bomba al cuerpo para detonarla en un mercado o a la salida de un colegio, o de aquellas que mienten para medrar y de las que pisotean para ganar, y de esas otras que, pasando por honradas, practican la usura con los más desafortunados o... Mientras lo escribo siento pavor y pienso que no podría, que no sería capaz, que yo no soy así. Pero en el fondo reconozco y sé que, en otro entorno, con otra educación, con otras personas a mi alrededor, con otra vida vivida, quizá si.
Es posible que de lo que se trate sea precisamente de eso, de frenar y dominar lo que de malo pueda haber en cada uno de nosotros, sobre todo si puede afectar a los demás. Atar bien corto los malos instintos que las obsesiones produjeran.
A veces no me gusto mucho, sin embargo ahora, desnuda frente a mi pesadilla ya me siento sosegada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ay, Fonsilleda, Fonsilleda!. Claro que es una pesadilla. Si tú misma lo razonas: con otro entorno, con otra educación, con otras personas a tu alrededor, con otra vida vivida. O sea, otra persona, no tú. ¿Crees que todos los seres medianamente cuerdos no tememos a la fiera que llevamos dentro?. ¿Crees que todos los seres medianamente cuerdos no hemos pensado en alguna maldad, aún con cierta repugnancia?. Pero eso es lo que nos diferencia a unos de otros. Los que, sin duda por fortuna, hemos tenido otro entorno, otra educación, otras personas a nuestros alrededor, otra vida vivida, seríamos incapaces, por ejemplo, de pedir públicamente el aplauso para dos asesinos sin conciencia. En fin, una pesadilla.

fonsilleda dijo...

Sólo son cosas que suceden, piensas y aceptas a esas horas de la madrugada. Una pesadilla.