jueves, 3 de enero de 2008

ANTIGUAS UVAS

De repente me ha llegado nítidamente aquella imagen de las antiguas uvas. Debo confesar que la evocación me viene a menudo no sé exactamente el porqué, al márgen de cada año en esta época. Quizá sea debido a lo anacrónico del recuerdo, a la ternura que en el fondo despierta en mí o al particular, raro y estrambótico momento.
Cuando Maricarmen y yo éramos pequeñas (yo más y, por lo tanto, supongo que ella, a medida que pasaban los años, forzada por los míos y no voluntariamente, desde luego), nos hacían tomar las tradicionales 12 uvas a golpe, no de las campanadas de un reloj adelantado al efecto, como sería pensable, sino a la "hora de irse a la cama los niños", que en aquella casa y en aquel tiempo, era temprano siempre, y con el sonido que, sin ningún tipo de medida por supuesto, producía la persona encargada (podía ser Amparo, Madrina...), golpeando, con algún objeto, en aquellas bandejas metálicas y redondas que se usaban en casa, creo recordar que doradas. Todos los demás, los imagino pegados a aquel precioso y enorme aparato de radio, a las 12 de la noche, escuchando la retransmisión de "las campanadas" a través de Radio Nacional de España. Pero nosotras no, nosotras con el tañido de aquellos golpes y la cuenta de los mísmos que, al mismo tiempo, hacía la persona encargada.
Me río ahora y por partida doble. Primero, por el recuerdo, absurdo y divertido en sí mismo y después, porque no puedo imaginar a un niño o niña hoy día, que "aguante" tal despropósito, porque, aunque nosotras seguro que protestábamos, teníamos que acabar claudicando. Finalmente, sonrío también porque ya resulta difícil, hasta para nosotros las personas con unos cuantos años vividos, situarse en un tiempo y en un espacio en el que no había en España televisión. Todavía era pronto. Llegaría algunos años más tarde, cuando ya las uvas se tomaban con el resto de la familia y por, ampliación, con casi todos los españoles.
Así que: venga: "una (un tang metálico pero sonoro y que quedaba sonando en una especie de nnnggg), dos, tres.... doceeeeeee, ¡feliz año!, ¡hale, a la cama!"

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