martes, 4 de diciembre de 2007

LA MAR

La mar estaba encrespada, terriblemente agitada, como si se la hubiera ofendido y su respuesta fuera un enorme y ruidoso enfado. Demostraba su enfado con el color, el ruido, las olas, la espuma que se formaba cuando batía contra los muelles y rocas y la fina lluvia que te mojaba si osabas acercarte.
Estaba terrible como si quisiera advertirnos de algo, como si nos dijera: "nunca olvideis de lo que soy capaz; nunca os confieis". Las olas, al morir en la arena de las playas, espumaban, crepitaban, seseaban y nos decían.
No hacía viento en A Coruña y es bastante raro porque suele soplar con frecuencia y fuerte. No había viento y la mar sonaba, gruñía, advertía, ¿quizá también soñaba? o ¿planeaba?
El cielo completamente encapotado le acompañaba, como si quisiera hacer ver que apoyaba la protesta de la mar. Su eterna novia estaba enfadada y le prestaba un adecuado escenario, la cúpula que hacía juego y cuadraba con sus gruñidos.
¡Qué hermoso y qué terrible!.
De vez en cuando se oía ese gruñido sordo que le nace a la naturaleza de muy hondo, de las ignotas profundidades, ese ruido que encrespa el vello y que estremece.
Nos hemos paseado y dejado humedecer, nos hemos parado y mirado tratando de entender. Pero tanta y tan terrible belleza no se entiende, no tiene explicación, solamente se siente.
¿Que le sucedía a la mar?, ¿de qué se quejaría?. No lo sé, pero me ha regalado una vez más su inmensa belleza.

3 comentarios:

Dimarojo dijo...

¡Ah, el mar, la mar!. A mí me fascina y, al mismo tiempo, me da mucho miedo. Puedo estar horas mirándolo. Me ha sucedido muchas veces, no obstante nací a muy pocos cientos de metros de él. Será por eso. En A Coruña el mar es algo distinto (en todas partes es siempre cambiante), ya lo veas desde la Torre de Hércules o desde alguno de los rincones de ese maravilloso paseo que abarca toda la ciudad, escudriñando su inmensidad que se asemeja al fin de la tierra, como si ya no hubiera nada más en el horizonte. Impresionante y muy hermoso, a pesar de todo.

fonsilleda dijo...

En serio, ha sido todo un espectáculo porque no había temporal, era "mar de fondo", una mar un poco rara, sin explicación aparente y clara. Todo un espectáculo que pasmaba e inquietaba.

Dimarojo dijo...

Y tan en serio. Ya he empezado diciendo que me fascina y, al mismo tiempo, me da mucho miedo.