miércoles, 24 de octubre de 2007

REGALO

Alguien nos ha regalado un precioso libro de poesía, incluyendo una ¿inmerecida? dedicatoria que dice: "Para Ana, Juan y Gele. Seres mostruosamente hipertrofiados de generosidad y calidez. Manolo, abrumado".
Su generosidad si que es manifiesta.
Y, como mi morriña no ha desaparecido del todo, con nuestro agradecimiento, quiero dejar constancia de lo que decía en un comentario anterior respecto al misterio que surge en el momento que unas palabras determinadas se enlazan entre sí. Se trata de un poema de "Cálculo de estructuras" que es el nombre de dicho libro y que dice así.:

FINAL DEL DÍA, de Joan Margarit.

Hoy que tal sólo eres
un pétalo en el ámbar de la nada,
ha de haber un lugar donde estar juntos.
Y más juntos que nunca.
Quizá en este reducto de los propios poemas,
pues ¿qué son si no salvan del olvido?
Dejo, por si te acercas y los lees,
cada noche, en la mesa, el libro abierto.

2 comentarios:

Cachito dijo...

¿Es el Manolo que yo conozco (incluso en el sentido bíblico)?

fonsilleda dijo...

El mismo. Incluso en ese sentido