viernes, 6 de julio de 2007

La fervenza y yo


Esta imagen que he elegido para que forme parte de este blog con carácter preferente, está muy cerca de mí, incluso pienso que puede reflejar lo que soy o, mejor, lo que creo que soy. Me es cercana en primer lugar porque este paraje está ubicado a muy pocos kilómetros de mi lugar de nacimiento en Galicia y después porque creo que soy un poco así, como la veo.
Me explico. Sé que el lugar es maravilloso, por lo menos a mí me lo parece así y, desde luego, yo no lo soy en absoluto, pero lo que sí soy es lo que yo veo en la fotografía, el sentimiento que me inspira. La humedad que proporciona el agua, bien patente en la imagen, aparte de crear belleza, empuja o la identifico con la melancolía, con la morriña; el color es el de mi tierra: oscuro, duro, brillante, sereno; las pequeñas notas de color, son suficientes para indicar vida, esperanza, alegría, ansias de vivir, ver y conocer; y por último su gran belleza parece inventada, irreal, pero también sin concluir, en permanente cambio dependiendo de las estaciones de la luz, la sensibilidad, la mirada del que la contemple, la dedicación que se ponga en mirarla e incluso el empeño en compartirla.
Es por eso que empiezo estos pensamientos por aquí, con esta explicación que supongo que solamente a mí sirve.
Tengo fotografías quizá más bonitas de ese lugar, pero ésta es la que me sirve en este momento

1 comentario:

Manel Aljama dijo...

Tenía ganas de leer tu estupendo blog desde el principio y ahora que tengo más tiempo he aprovechado la ocasión pues sabía de antemano que merecía la pena.

La descripción que te haces a través de la foto es muy buena hasta el punto que si prescindes de la foto o simplemente no la puedes ver, con escuchar tus palabras es suficiente para imaginarla:

Podría estar como cita o entrada en un libro: "Tengo fotografías quizá más bonitas de ese lugar, pero ésta es la que me sirve en este momento"